(canal4posadas.com.ar) El estratega del retorno de Perón y último testigo de un peronismo que se desangró falleció este domingo. Referente histórico y hombre de confianza del general, forjó el camino para el regreso de 1973. Vivió en carne propia la violencia política: su hermano fue fundador de Montoneros y murió en un operativo. Articuló entre la izquierda y la ortodoxia sindical, pero la escalada de conflictos lo dejó en el exilio. Su libro reveló los secretos de un Perón acorralado por la guerra interna.

Juan Manuel Abal Medina (padre), referente histórico del peronismo y uno de los hombres de mayor confianza de Juan Domingo Perón, falleció este domingo a los 80 años, víctima de una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC). Su cuerpo fue despedido este lunes en una ceremonia íntima en el barrio de Recoleta.
Abogado, periodista y político, Abal Medina fue secretario general del Movimiento Justicialista y pieza fundamental en el «Operativo Retorno» de Perón en los años 70, tras 17 años de exilio y proscripción. Designado delegado personal del líder justicialista en Argentina, su rol fue decisivo para consolidar el regreso del general, quien lo integró a su círculo más cercano.
Nacido en una familia acomodada, Abal Medina inició su militancia en el nacionalismo católico, vinculado a la Guardia Restauradora Nacionalista (GRN) del sacerdote Julio Meinvielle. Trabajó como secretario privado de Marcelo Sánchez Sorondo y colaboró en la revista Azul y Blanco, de tendencia antiperonista. Sin embargo, hacia fines de los 60, dio un giro ideológico y abrazó el peronismo, influenciado por figuras como Leopoldo Marechal, Arturo Jauretche y Pepe Rosa.

                                                                     
Su encuentro con Perón en 1971 marcó su destino político. Con solo 27 años, fue nombrado secretario general del PJ y delegado del líder, reemplazando a Héctor Cámpora. Desde ese lugar, articuló el retorno de Perón en 1972, negociando con sectores enfrentados del movimiento: la izquierda peronista (incluyendo Montoneros) y el sindicalismo ortodoxo de José Rucci y Lorenzo Miguel.
Su vida estuvo marcada por la violencia política: en 1970, su hermano Fernando, fundador de Montoneros, fue asesinado en una redada policial. Este hecho, junto al asesinato de Rucci en 1973 y la masacre de Ezeiza, reflejó las tensiones irreconciliables dentro del peronismo.
Abal Medina fue clave en la formación del Frente Justicialista de Liberación (Frejuli) y en la candidatura de Cámpora bajo el lema «Cámpora al Gobierno, Perón al poder». Sin embargo, tras la muerte de Rucci y el ascenso de José López Rega e Isabel Perón, el clima político se enrareció. Perón, ya enfermo, quedó bajo el control de su entorno, y Abal Medina fue desplazado.
Tras dos atentados fallidos, fue destituido como secretario del PJ y, tras el golpe de 1976, se exilió en la Embajada de México, donde vivió hasta 1982. Allí trabajó como abogado y agente de inteligencia hasta su regreso a Argentina.
En 2022, publicó «Conocer a Perón» (Editorial Planeta), un libro testimonial que revela detalles inéditos del último Perón y su frustrado proyecto de reconciliación. La obra, declarada de interés público por la Legislatura porteña, se convirtió en un éxito de ventas y en un documento histórico.
Su hijo, Juan Manuel Abal Medina (h), continuó el legado político como Jefe de Gabinete de Cristina Kirchner.

Un hombre de diálogo en tiempos violentos
Abal Medina será recordado como un articulador en tiempos de fractura, leal a Perón pero crítico de la deriva violenta. Su muerte cierra un capítulo de la historia argentina, pero su testimonio sigue siendo clave para entender el peronismo, su líder y los años más turbulentos del país.