(eltrritorio.com.ar) "Está claro que este hecho no es casual: tocamos intereses poderosos y metimos el dedo en la llaga", concluyó la ministra, y en esa línea apuntó "quieren intimidarnos, pero no nos amedrentan, ni nos van a detener".

En declaraciones realizadas tras el ataque a balazos contra las viviendas y vehículos particulares de un suboficial y un cabo del Escuadrón 12 de Gendarmería Nacional en Bernardo de Irigoyen, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, sostuvo que se trata de una respuesta de sectores delictivos a las acciones que lleva adelante el Gobierno en la lucha contra el crimen organizado. "Está claro que este hecho no es casual. Tocamos intereses poderosos y metimos el dedo en la llaga", apuntó, y en esa línea concluyó que "quieren intimidarnos pero no nos amedrentan, ni nos van a detener".

El ataque, perpetrado en la madrugada de hoy por delincuentes a bordo de una motocicleta, consistió en varios disparos contra el domicilio de los efectivos. Si bien no hubo víctimas, el episodio generó preocupación en la comunidad y en las fuerzas de seguridad. La ministra vinculó el suceso con las recientes medidas implementadas en la región: "Cada ataque es una señal de que estamos en el camino correcto. Vamos a seguir adelante con más decisión que nunca", insistió.

Las investigaciones están en curso y a cargo del Juzgado Federal de Eldorado, Miguel Ángel Guerrero, con la participación de la Policía de Misiones y Gendarmería Nacional. En ese plano, Bullrich subrayó que "se redoblarán los esfuerzos" para "identificar a los responsables y reforzar la seguridad" de los efectivos desplegados en la zona. "Sabemos contra quiénes estamos luchando y no vamos a dar marcha atrás", aseveró.

Desde la cartera nacional que dirige la funcionaria explicaron que el atentado ocurrió pocos días después "de la puesta en marcha del Plan Guacurarí, una estrategia integral contra el narcotráfico, el contrabando, la trata de personas y otras actividades ilegales en la frontera norte del país". Este plan "incluye el despliegue intensivo de fuerzas federales, controles reforzados en los pasos fronterizos y una coordinación estrecha entre el Gobierno nacional, la Provincia y el Poder Judicial".

"El Plan Guacurarí busca devolver tranquilidad y oportunidades a los habitantes de la región", sostiene el informe, y destaca que el objetivo del gobierno "es golpear de forma contundente a las organizaciones delictivas que se creen dueñas de la frontera", reafirmando su "compromiso con la seguridad y la lucha contra el crimen organizado".