
A un mes de la tragedia del Yazá: el accidente era “totalmente evitable”
Así lo afirmó Ariel Semczuk, propietario de Sol del Norte, comparó el impacto emocional del siniestro con “haber perdido un familiar” y pidió controles permanentes de alcoholemia

(primeraedicionweb.com.ar) Así lo afirmó Ariel Semczuk, propietario de Sol del Norte, comparó el impacto emocional del siniestro con “haber perdido un familiar” y pidió controles permanentes de alcoholemia para evitar nuevas muertes.

A un mes del accidente que sacudió a Misiones, en Campo Viera, cuando un ómnibus de la empresa Sol del Norte cayó al cauce del Arroyo Yazá tras chocar con un auto en la ruta nacional 14, el propietario de Sol del Norte, Ariel Semczuk, rompió el silencio y pidió reforzar los controles viales para evitar tragedias como la del 26 de octubre pasado. Afirmó que el siniestro “le cambió la vida por completo” y que el impacto emocional fue similar a “haber perdido un familiar”.
“Desgraciadamente, hay eventos que te cambian la vida”, reconoció y dijo que vivió la tragedia como “un duelo”: “Parece mentira, pero pasó tan rápido… como si hubiera sido ayer”, relató en diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones y admitió que, tras esos días, debió replantearse muchas cosas: “La vida continúa, no se puede bajar los brazos”, señaló.
También contó que su entorno familiar lo instó a poner un límite o moderar su carga laboral, en un contexto de dolor y reflexión pero, más allá de lo personal, decidió hacer un fuerte hincapié en la concientización y control sobre la ruta, advirtiendo que muchos accidentes podrían evitarse con medidas preventivas.

Semczuk sostuvo que el accidente era “totalmente evitable” y apuntó directamente a la falta de controles de alcohol en la ruta. “Si esta persona alcoholizada tenía un filtro de control en Dos de Mayo, Aristóbulo, Campo Grande o Campo Viera, en algún lugar hubiera quedado. No hubiera llegado hasta el accidente”, afirmó. Agregó que las tragedias causadas por conductores ebrios son “frecuentes” en todo el país y que se trata de “factores humanos de quienes generan el problema y de quienes deben controlarlo”.
Para el empresario, se necesitan controles permanentes, especialmente los fines de semana. “El alcohol al volante es algo perfectamente evitable. Si hay controles fijos, la gente va a dejar de beber y conducir”, remarcó. Comparó además la situación con otros países de la región: “Brasil tiene controles extremadamente estrictos y radares fijos. Nosotros tenemos mejores rutas, pero menos control”.
Semczuk también repasó antecedentes similares: hace diez años, un guarda de la empresa murió cuando otro conductor alcoholizado chocó contra un colectivo en la ruta. “Hay datos, hay antecedentes. El alcohol estaba de por medio también”, señaló.
Sobre el chofer del micro accidentado, confirmó que continúa trabajando. “En un primer momento, su madre y él querían que deje de manejar. Pero lo convencí de que siga. Es una persona muy íntegra. El trabajo ayuda a despejar la cabeza”, sostuvo.
Al llegar al puente del Yazá, Semczuk dijo que solo pudo observar a distancia por el cerco policial, pero quedó impactado por la rápida respuesta de los equipos de emergencia. “Había un grupo de gente impresionante trabajando. Es admirable, se nota que lo hacían de corazón”, destacó.
Finalmente, insistió en que la clave para evitar tragedias como esta es la prevención: “Estas cuestiones son perfectamente evitables. No hace falta construir nada: hace falta invertir en horas de personas, en control humano. Si eso existe, el porcentaje de accidentes bajaría drásticamente”.
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