Estremecedores detalles de vejaciones de dos oficiales de policía a subalterno
El abogado del denunciante dio detalles del trato y las prácticas de los acusados para con su patrocinado y otros agentes sometidos.
(nortecorrientes.com) La investigación judicial contra agentes de la Policía de Corrientes que están acusados de haber cometido vejámenes y abusos contra un subalterno en una dependencia policial del interior provincial sigue generando novedades y detalles estremecedores de lo que habría sucedido, generando revuelo en la opinión pública y un silencio de parte de las autoridades policiales debido a que los hechos se produjeron en el marco de un envío de tropas de grupos especiales para la lucha contra la inseguridad y terminó en un grave episodio de violencia institucional que dejó expuesta la vigencia de prácticas intolerables entre funcionarios públicos, configuradas como delictivas por el Código Penal.
Según contó ayer el abogado querellante de la causa, durante los maltratos los agentes acusados decían a los sometidos, entre ellos el que se animó a denunciarlos, "ustedes nos pertenecen, hacemos lo que queremos".
Ramón Vera, abogado del joven correntino víctima de abuso de sus oficiales, proporcionó más información sobre el aberrante caso ocurrido en la localidad de Juan Pujol. Los efectivos están imputados, con prisión preventiva, por vejámenes y torturas contra un cabo de la misma fuerza.
Todo esto ha sucedido en la localidad de Juan Pujol, en el departamento de Monte Caseros, a donde la Policía envió refuerzos tras el reclamo de los vecinos por más condiciones de seguridad. La comunidad sigue consternada por la grave denuncia por vejámenes cometidos en el seno de la Policía de Corrientes. Dos efectivos seguirán presos tras haber sido denunciados por un cabo.
Dos efectivos de la Unidad Especial Grupo Táctico Operacional de la Policía de Corrientes fueron detenidos por orden de la Justicia y pasados a disponibilidad por orden del ministro de Seguridad, Buenaventura Duarte. Están imputados con prisión preventiva por vejámenes y torturas contra un cabo de la misma fuerza.
"La imputación son vejaciones pero para nosotros encuadraría en otra figura mucho más grave que todavía no podemos adelantar, pero entraría contra los delitos de la integridad sexual", confirmó el letrado Vera ayer durante una entrevista radial.
Según relató el abogado, los problemas habrían empezado a raíz de una discusión entre la víctima y los efectivos. "En la denuncia dice que lo tomaron de punto y que todo empezó cuando realizaron el curso de capacitación. Allí le pusieron un sobrenombre de un dibujito animado y él reclamó que era una falta de respeto, a lo que los oficiales le respondieron ‘ustedes nos pertenecen, hacemos lo que queremos’".
En una entrevista radial realizada el día de ayer, Adrián expresó su miedo e inseguridad tras los eventos. "Nunca viví algo así, estuve en el Ejército tres años, vine a Corrientes, dejé el Profesorado para estar en la Policía, para salir adelante y a tres meses de estar activo me pasa esto", relató. Además, detalló cómo fue el trato recibido desde que comenzó a prestar servicios en Juan Pujol, incluyendo vejámenes, hostigamiento y abuso físico.
Según el denunciante, el acoso incluyó insultos, golpes y abuso físico, llegando a revivir traumas de abuso infantil que había experimentado. El incidente más grave ocurrió el 28 de marzo, cuando fue golpeado, manoseado y humillado por sus superiores en la comisaría, mientras otros efectivos observaban. El abuso fue grabado en video, lo que ha sido crucial para la investigación. Al momento del aberrante hecho, se encontraban en la dependencia judicial los camaradas y compañeras de Adrián. Incluso, una de ellas intentó defender a su compañero: "Una de las cabo intentó frenar al oficial y lo que ganó fue que la expulsaran del lugar, que no se meta", aseguró el querellante Vera.s
Intervención judicial
El Juzgado de Garantías de Monte Caseros dictó la presión preventiva para los dos acusados a partir del planteo de la Fiscalía que consideró que existen elementos de prueba suficientes para privarlos de su libertad hasta el juicio. Tanto testimonios como afirmaciones sostienen la acusación, mientras que los dos acusados al momento de la audiencia con las autoridades decidieron abstenerse a declarar.